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¿Se va a lugares conocidos o desconocidos, unas vacaciones muy necesarias o una visita a amigos y familiares? ¿Cómo puedes ceñirte a tu plan de alimentación bajo en carbohidratos en la carretera o en los aeropuertos? Si bien puede parecer un desafío, es posible ceñirse a sus objetivos durante las vacaciones. A veces, puede optar por salirse de su plan de alimentación y disfrutar un poco, y eso también está bien.
Mantenerse bajo en carbohidratos durante las vacaciones
En comparación con una dieta baja en grasas, seguir un plan de alimentación bajo en carbohidratos puede cambiar la forma en que su cuerpo usa la energía y puede ayudar a promover la saciedad y reducir los antojos.Con el tiempo, su compromiso de realizar pequeños cambios se suma a grandes resultados.
Si realiza cambios drásticos en su alimentación durante las vacaciones, es posible que lo sienta físicamente. Por ejemplo, pasar de una dieta baja en carbohidratos a una modificada a consumir grandes cantidades de alimentos con alto contenido de carbohidratos puede provocar síntomas fisiológicos como:
- Los antojos de alimentos
- Fatiga y poca energía.
- Niebla mental o sentirse «apagado»
- Sensación de nerviosismo o nerviosismo
- Irritabilidad y mal humor
Si desea desviarse de su plan de alimentación y disfrutar un poco, intente hacerlo de manera consciente. Elija sus comidas favoritas, coma porciones pequeñas y disfrute de cada bocado. Mereces comer los alimentos que te encantan mientras viajas.
Planifique su estrategia
Si bien es posible que no desee volver permanentemente a los refrigerios y las comidas con alto contenido de carbohidratos, eso no significa que no pueda incluir algunos de estos alimentos en su dieta de vez en cuando. Si se acerca a estas ocasiones con un plan, podrá comer golosinas altas en carbohidratos con moderación.
Ajuste de la ingesta de carbohidratos
Algunos planes incluso lo alientan a aumentar ocasionalmente su ingesta diaria de carbohidratos a un nivel en el que no pierde peso pero tampoco aumenta. Atkins se refiere a esto como su «equilibrio de carbohidratos».
En otros planes, puede pasar a una fase de mantenimiento temporal. Durante este período, puede agregar una o dos porciones de carbohidratos por día a su dieta. Por ejemplo, puede agregar una mazorca mediana de maíz en la mazorca, una pequeña porción de ensalada de papas o una rodaja de pastel de arándanos.
Elecciones conscientes
Tal vez hayas seguido tu dieta habitual, pero tienes la oportunidad de probar nuevos alimentos en tu viaje. Puede hacerlo con entusiasmo, disfrute y sin culpa.
Siempre que coma de acuerdo con su plan bajo en carbohidratos la mayor parte del tiempo y preste atención al tamaño de las porciones cuando se desvíe de su dieta, no es probable que ponga en peligro sus objetivos.
Comer conscientemente
Aún debe comer con atención, lo que significa comer cuando tenga hambre y detenerse cuando esté satisfecho. Esto le ayudará a mantenerse encaminado, a estar al tanto de las porciones y a estar conectado con la forma en que estas elecciones afectan cómo se siente física y emocionalmente.
Comer fuera
Comer fuera puede ser tanto un placer como una necesidad cuando estás de viaje, así que mejora tus habilidades para comer bajo en carbohidratos en los restaurantes. Elija platos que le permitan cargarse de verduras y proteínas sin almidón, como el pollo a la parrilla.
Familiares y amigos
Si viaja con otras personas o las visita, las comidas a menudo se convertirán en ocasiones sociales. Si le preocupa explicar las opciones gastronómicas a sus amigos y familiares o no sabe cómo rechazar cortésmente sus buenas intenciones de comida o consejos, piense en cómo responderá antes de llegar allí.
Traiga su propia comida
Si va a hacer un viaje en automóvil, es fácil llevar muchos de sus alimentos favoritos bajos en carbohidratos en una hielera, como:
Si viaja en avión, llevar alimentos básicos bajos en carbohidratos puede ser especialmente útil, ya que la comida a bordo (así como los restaurantes en las terminales) a menudo tiene un alto contenido de carbohidratos, un alto contenido de sal y una variedad limitada.
Incluso si algunas opciones de comida en el aeropuerto son bajas en carbohidratos, pueden ser costosas, ¡ahorre dinero y carbohidratos trayendo los suyos!
Si viaja en avión, lleve una hielera económica (una hielera para bebidas de lados blandos, paquete de 12, cabe fácilmente en un bolso de mano). Dirígete al supermercado para abastecerte de productos básicos bajos en carbohidratos.
Kit de emergencia bajo en carbohidratos
Incluso los planes de viaje mejor elaborados son vulnerables a retrasos y desvíos inesperados. Cuando esté fuera de casa, tenga siempre a mano algunos bocadillos bajos en carbohidratos. No tiene que ser mucho, incluso una simple bolsa de nueces en su bolso servirá en caso de apuro.
Su kit debe tener algunos alimentos bajos en carbohidratos no perecederos, como:
- Barras de proteínas (sin azúcar añadido u oculto como maltitol; pruebe las barras RX, Health Warrior o Primal)
- Nueces, semillas o mezcla de frutos secos bajos en carbohidratos
- Cecina saludable
- Nueces de soja
- Vegetales resistentes, como el apio, que pueden sobrevivir un día de viaje sin refrigeración.
- Quesos pequeños recubiertos de cera como Babybels
- Harina de linaza para espolvorear sobre yogur o requesón. Agregue agua caliente y una pizca de sal o edulcorante para preparar cereales en el desayuno continental del hotel. Para obtener proteínas, intente agregar una porción de mantequilla de nueces.
Tener una estrategia a la que pueda ceñirse, así como algunas opciones del “plan B” para cuando las cosas no salgan según el plan, lo ayudará a mantenerse en su dieta baja en carbohidratos mientras viaja. Aún así, recuerde que las vacaciones son un momento para relajarse y explorar, así que trate de no concentrarse tanto en la comida en lugar del viaje.