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Todos hemos oído que pasamos un tercio de nuestra vida durmiendo. Sin embargo, lejos de ser una pérdida de tiempo, el sueño es muy importante para nuestra salud, sobre todo si queremos hacer deporte. Después de todo, el acto de dormir está relacionado con algunas funciones fisiológicas y cognitivas muy importantes. Hacerlo bien, entonces, se convierte en la base para llevar un estilo de vida saludable y poder rendir mejor en el día a día.
El sueño, tan importante como la nutrición
En los últimos años, la relación entre el sueño y el deporte ha sido ampliamente analizada. Las investigaciones realizadas al respecto han demostrado que el descanso nocturno puede ser tan determinante como la propia alimentación para obtener un correcto rendimiento deportivo. De hecho, es habitual que los deportistas de élite dediquen más tiempo que otros a esta actividad.
Sin embargo, hay ciertos hábitos que pueden dificultar conciliar el sueño correctamente. Así, se ha demostrado que quienes deciden hacer ejercicio en las últimas horas del día pueden tener más dificultades para dormir.
Malos hábitos alimenticios a evitar
Como acabamos de ver, existen costumbres y prácticas que pueden conducir a problemas de sueño e incluso trastornos del sueño. Un estilo de vida sedentario, por supuesto, no hará mucho para ayudarlo a disfrutar de una buena noche de sueño; pero también tenemos que prestar atención a nuestra alimentación, lo que comemos y cómo lo comemos.
Por ejemplo, debemos evitar las cenas copiosas, ya que dificultan la digestión. Y eso, a su vez, hará que sea más difícil conciliar el sueño. Asimismo, no es conveniente irse a la cama justo después de cenar, lo que agravaría la situación, provocando problemas de acidez estomacal o reflujo.
Asimismo, será fundamental evitar alimentos estimulantes como la cafeína, la teobromina o la teína. El café, el chocolate o el té no son adecuados para la cena.
La importancia de la comida
Como se ha demostrado en los últimos años, existen neurotransmisores que están ligados al ciclo sueño-vigilia. La nutrición, que bien aplicada actuará sobre estos neurotransmisores, será una forma muy eficaz de facilitar la conciliación del sueño. Para ello, puedes utilizar alimentos ricos en hidratos de carbono o triptófano, pero también algunos complementos alimenticios y productos para dormir profundo de origen natural.
En cuanto a lo que podemos comer para facilitar el sueño, encontraremos alimentos con un alto índice glucémico. El pan, la pasta o las patatas nos ayudarán en este sentido. Asimismo, es recomendable evitar las grasas, ya que pueden reducir el número de horas de sueño profundo. Por otro lado, una dieta rica en proteínas te ayudará a dormir mejor.
Por último, hay algunas pautas que podemos tener en cuenta para dormir mejor. Seguir un horario de rutina y acostarse siempre a la misma hora, por ejemplo, será beneficioso. También puede ser recomendable hacer algunos ejercicios para relajarse, pero siempre evitando el ejercicio físico. Todo ello, sumado a una correcta alimentación, nos ayudará a dormir bien.