Dejemos de ser sedentarios. ¡Viva el movimiento! Pero sin exagerar. Esta es la última tendencia en cuestión de ejercicio y bienestar psíquico. una nueva manera de vivir que permite mejorar el aspecto estético y también el tono vital.
Cada vez con más frecuencia se busca el bienestar general, tanto físico como psíquico. una armonía entre cuerpo y espíritu siempre difícil de conseguir a causa del estrés que produce el exceso de trabajo y la vida moderna.
Si al ritmo frenético de la oficina le añadimos las horas que pasamos de pie, sentados a la mesa del despacho o a la del restaurante, en los ascensores, coches, aviones, escaleras mecánicas y medios de transporte públicos, el cuadro de los factores que provocan sedentarismo y tensiones psicofísicas ya está completo. Un problema que, a la larga, puede realmente comprometer la salud y el bienestar.
¿Cuál es el resultado de esta vida sedentaria?
Una mala forma física que tiene repercusiones negativas estéticas y, sobre todo, en la salud, y que provoca malestar y molestias en cadena: dolor de espalda, homros contraídos, tortícolis, síndrome premenstrual, dificultades de circulación sanguínea y linfática. Pero lo que es peor aún, también es la responsable de una serie de enfermedades y trastornos más serios.
Está demostrado científicamente que la «máquina» humana se desgasta precisamente con la inactividad.
El corazón, los músculos y las articulaciones funcionan mucho mejor cuando se hace ejercicio
Fisiólogos, ortopedas y cardiólogos lo tienen claro: el corazón, los músculos, las articulaciones y el organismo en general funcionan mejor con el ejercicio, siempre que éste sea constante y a un ritmo moderado.
Y eso no es todo. Si una persona está demasiado tiempo sin moverse, también compromete inevitablemente su bienestar mental y psíquico. las investigaciones médicas más recientes han demostrado que, como decía la antigua sabiduría oriental, el cuerpo, la mente y el espíritu están interconectados.
La falta de ejercicio produce tensiones físicas que, tarde o temprano, se dejan sentir negativamente a niveles más profundos. Y viceversa. El cuerpo es el espejo más fiel del alma que, a través de sus problemas, revela estados emotivos de gran tensión.
En otras palabras, para alcanzar el bienestar total es necesario un estilo de vida más activo y dinámico. Ya que los ritmos frenéticos de la vida moderna dejan muy poco tiempo para la actividad física.